Invertir en barrios periféricos de la Ciudad de Buenos Aires en 2025 es más que una tendencia pasajera: es una estrategia consolidada que puede ofrecer rentabilidades sorprendentes.
Mientras zonas como Puerto Madero, Palermo y Caballito mantienen precios altos y estables, muchos inversores comienzan a ver con buenos ojos las oportunidades que ofrecen otras áreas emergentes de la ciudad.
En este artículo, exploramos las claves del atractivo de estos barrios en auge, comparando precios y analizando factores que pueden aumentar significativamente su valor en los próximos años.
Entre los barrios periféricos con mayor proyección están Villa Luro, Parque Avellaneda, Villa del Parque, Villa Ortúzar y Parque Chacabuco.
Villa Luro, por ejemplo, se ha vuelto atractivo por la expansión de comercios locales, mejores conexiones de transporte público y la llegada de nuevos desarrollos inmobiliarios. En tanto que Parque Avellaneda, con amplios espacios verdes y mejoras urbanísticas, también ofrece un gran potencial.
Villa del Parque, conocida por su ambiente familiar, continúa sumando demanda por su calidad de vida y cercanía a servicios básicos; mientras que Villa Ortúzar y Parque Chacabuco, gracias a su ubicación estratégica y a la llegada de nuevos emprendimientos residenciales, son cada vez más atractivos para jóvenes profesionales y familias que buscan alternativas accesibles.
Actualmente, los precios promedio por metro cuadrado en Puerto Madero superan los USD 5.000 y en Palermo los USD 3.000. En cambio, barrios periféricos como Villa Luro o Parque Avellaneda presentan precios que oscilan entre USD 1.500 y USD 2.000 por metro cuadrado, según datos recientes de Reporte Inmobiliario. Esta diferencia permite acceder a propiedades más amplias o nuevas con menor inversión inicial.
Grafico: Evolución del precio promedio de cierre por metro cuadrado de departamentos de 2 ambientes en los principales barrios de CABA (diciembre 2022 – octubre 2024). Fuente: Reporte Inmobiliario (2024). Recuperado de Reporte Inmobiliario
Además, estudios como los realizados por Reporte Inmobiliario señalan que la brecha entre precios centrales y periféricos tiende a reducirse a medida que estos últimos se consolidan, ofreciendo márgenes de ganancia muy interesantes para quienes inviertan temprano.
Invertir en zonas en desarrollo permite aprovechar no solo precios iniciales más accesibles, sino también el potencial de revalorización. Las mejoras en infraestructura, como nuevas estaciones de transporte público, parques y centros comerciales, suelen incrementar significativamente el valor de las propiedades circundantes.
Además, la demanda creciente por viviendas más espaciosas y menos costosas impulsa a compradores a explorar estas zonas. Esto asegura una salida relativamente rápida para las inversiones, especialmente para propiedades bien ubicadas y con buena calidad constructiva.
La valorización en estos barrios se basa principalmente en tres factores: accesibilidad mejorada, infraestructura urbana en crecimiento y calidad de vida en aumento. Obras públicas como la extensión del subte o el Metrobus han demostrado incrementar notablemente los valores inmobiliarios.
El desarrollo comercial y la apertura de nuevas escuelas, hospitales y espacios recreativos también son catalizadores clave. Finalmente, la búsqueda por un estilo de vida más tranquilo y residencial lleva a muchas familias y jóvenes profesionales a elegir estas zonas, impulsando aún más su valorización.
Fuera del centro, la mayor demanda se concentra en propiedades con buena relación precio-calidad, como departamentos de 2 y 3 ambientes, PH renovados o casas pequeñas con patio. Estas propiedades ofrecen mayor espacio y calidad de vida, aspectos cada vez más valorados por los compradores que buscan escapar del bullicio céntrico.
También las unidades en nuevos desarrollos con amenities básicos y ubicaciones estratégicas cerca de avenidas principales son muy requeridas, ofreciendo un equilibrio ideal entre comodidad y precio.
Villa Luro es un excelente ejemplo de éxito. Inversionistas que apostaron hace pocos años a departamentos de pozo o propiedades antiguas para remodelar han obtenido revalorizaciones de hasta un 30% al momento de la reventa, según Reporte Inmobiliario. Esto es posible gracias al dinamismo comercial y residencial del barrio.
Parque Avellaneda también ha sido una sorpresa positiva. Las mejoras en parques y áreas verdes, sumado a su accesibilidad, han convertido a este barrio en un destino muy deseado para quienes buscan vivir en una zona tranquila pero conectada con el resto de la ciudad.
Invertir en barrios periféricos puede ser la puerta a un negocio inmobiliario exitoso en 2025. Con precios más accesibles y altos potenciales de valorización, estos barrios son una alternativa atractiva frente a las tradicionales zonas céntricas.
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