Cómo tasar una propiedad no es solo una cuestión de intuición o comparación con lo que se ve publicado y es que cuando la tasación de un inmueble está bien hecha, esto puede marcar la diferencia entre vender rápido o quedar colgado por meses.
Varios propietarios se enfrentan al dilema: ¿cuánto vale realmente mi casa o departamento?
Y la respuesta no siempre es tan evidente. Por eso, en esta nota te contamos qué implica una buena tasación, qué factores hay que tener en cuenta y por qué apoyarse en profesionales puede ahorrarte más de un dolor de cabeza.
La tasación inmobiliaria es el proceso mediante el cual se determina el valor real de mercado de una propiedad en un momento específico. No se trata de un número arbitrario, sino del resultado de analizar múltiples variables, tanto objetivas como subjetivas, en función del contexto actual.
Tasar bien significa fijar un precio justo: ni tan alto que espante a los interesados, ni tan bajo que genere pérdida. De hecho, según Reporte Inmobiliario, muchas operaciones que se concretan lo hacen por debajo del precio de publicación inicial, evidenciando errores en la valoración desde el inicio.
Reporte Inmobiliario, 2025. En el informe de marzo de 2025, la brecha promedio entre el valor publicado y el precio de cierre fue del -4,64%, manteniéndose por debajo del 5% durante 12 meses consecutivos .
Este margen, conocido como “rango de contraoferta”, refleja la diferencia entre el precio inicialmente publicado y el valor final acordado en la operación. La persistencia de esta brecha sugiere que una tasación inicial precisa es fundamental para evitar ajustes significativos en el precio durante el proceso de venta.
Una tasación bien hecha no solo mejora las chances de venta, sino que también transmite seriedad, atrae a compradores realmente interesados y permite negociar con fundamentos. Es, en definitiva, el primer paso estratégico para cerrar una operación exitosa.
El valor de una propiedad no depende solo de los metros cuadrados, hay elementos que pesan cada vez más, como la eficiencia energética, los servicios del edificio, la conectividad y la cercanía a espacios verdes o corredores gastronómicos en auge.
Obviamente, la ubicación sigue siendo central. No es lo mismo un departamento de 60 m² en Palermo que uno igual en Barracas. Pero incluso dentro del mismo barrio, puede haber diferencias notables según la calle, la altura, la orientación o el estado del edificio.
Otro punto clave es la demanda real. En zonas como Puerto Madero o Palermo, por ejemplo, se está viendo un aumento del interés por nuevas construcciones con amenities, mientras que unidades sin reformas pueden tardar más en venderse si no se ajustan al precio del mercado.
Una de las referencias más utilizadas en tasaciones es el valor por metro cuadrado. Pero ojo: no alcanza con multiplicar los metros por un número promedio. Para obtener una cifra precisa, es necesario segmentar por barrio, tipo de inmueble, antigüedad, estado y hasta por piso.
El precio publicado en los portales suele ser más alto que el precio real de cierre. Según datos de Reporte Inmobiliario, la diferencia puede superar el 15 %. Por eso, para calcular correctamente, se necesita acceder a información de cierres reales, y no solo mirar avisos online.
Además, hay que diferenciar los metros “cubiertos” de los “descubiertos” o “semi cubiertos”, ya que cada uno tiene un valor distinto. Un balcón aterrazado no vale lo mismo que una cochera cubierta, y eso debe estar contemplado en el cálculo.
Uno de los errores más frecuentes es dejarse llevar por la emocionalidad. Es lógico: una casa tiene historia, recuerdos y valor afectivo. Pero eso no se traduce automáticamente en un mayor precio de mercado. Lo que uno cree que “vale” su propiedad muchas veces no coincide con lo que el mercado está dispuesto a pagar.
Otro error es copiar el precio de publicación de propiedades similares en el barrio sin verificar si realmente se vendieron o cuánto tiempo llevan en oferta. Un cartel colgado hace seis meses no es un buen referente. Lo ideal es trabajar con datos concretos y actualizados.
También es común subestimar el estado del inmueble o sobrevalorar reformas hechas hace años. Lo que fue una cocina moderna en 2015, hoy tal vez ya no lo es. Y eso impacta directamente en la percepción del comprador y en su disposición a pagar cierto valor.
La tasación comercial es la que se realiza con fines de compraventa. Apunta a encontrar el valor de mercado, es decir, cuánto estaría dispuesto a pagar un comprador hoy por esa propiedad. Este tipo de tasación contempla la competencia, el contexto económico y la oferta disponible.
En cambio, la tasación bancaria es más conservadora. Se utiliza para otorgar créditos hipotecarios y busca proteger al banco en caso de ejecución. Por eso, suele ser más baja, ya que se toman precios de referencia históricos, depreciaciones y riesgos financieros.
Es importante no confundirlas ni esperar que ambas den el mismo resultado. Si estás vendiendo, lo que necesitás es una tasación comercial, realizada por un profesional con experiencia en el mercado actual y conocimiento del comportamiento del comprador.
La tasación profesional es especialmente recomendable si querés vender con rapidez, no tenés referencias confiables o si tu propiedad tiene características especiales (PH, subdivisiones, ampliaciones no declaradas, etc.).
También es útil si necesitás respaldo para defender tu precio ante compradores o escribanos.
Un agente inmobiliario capacitado no solo te brinda una tasación objetiva, sino que puede detectar puntos de mejora en la presentación de la propiedad, sugerir estrategias de precio gancho o identificar oportunidades en función del mercado real.
En tiempos donde la oferta supera a la demanda, como ocurre actualmente en muchas zonas de CABA, salir con una estrategia de precio clara y ajustada es lo que hace la diferencia. Y eso se logra con un trabajo profesional, no con una estimación casera o intuitiva.
Tasar bien una propiedad en 2025 no es un detalle menor. Es una decisión que impacta directamente en la velocidad, la calidad y el resultado de la operación. Entender cómo se calcula el valor, qué factores influyen y por qué conviene apoyarse en expertos te da herramientas para negociar con confianza.
Desde RE/MAX Puerto, acompañamos este proceso con experiencia local, información actualizada y una mirada estratégica. Porque vender no es cuestión de suerte: es cuestión de saber cómo y con quién hacerlo.
Disclaimer: En cumplimiento con las leyes y normas legales aplicables, todas las operaciones inmobiliarias son concluidas por el corredor matriculado de la oficina REMAX Puerto JUAN FRANCISCO CARATTINO CPI 5457 CMCPSI 6787.
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